Reseña
Este lugar si hay algo que no hace, es vender humo. Pero eso sí, te ahuman la comida para que tenga ese sabor que te hace no querer parar. Tienen opciones vegetarianas y veganas, para que puedan comer todos tus amigos. Además, esas paredes graffiteadas son merecedoras de por lo menos una foto que vaya a tu historia de Instagram. El personal es copado y siempre listo para ofrecer recomendaciones, ambiente muy cálido y cómodo. No te pierdas probar las ribs más ricas de la ciudad.